jueves, 10 de marzo de 2011

Exposición de grabado y obra gráfica


Exposición de obra gráfica “Edvard Munch: obras maestras del grabado”. Desde el 8 de Febrero de 2011 al 30 de Abril de 2011.

Museo Jule Collins Smith de la Universidad de Auburn
901 South College St., Auburn, AL 36849
Alabama
334-844-1484

Reseña: El amor, los celos, la alienación y la muerte son las cuatro experiencias humanas que obsesionaron a Edvard Munch, el maestro noruego capaz de fascinar con sus manipulaciones de la realidad, sutiles y radicales al mismo tiempo. El Museo Jule Collins Smith de la Universidad de Auburn reúne en Alabama hasta el 30 de abril algunas de sus obras menos conocidas: xilografías, litografías y huecograbados en los que línea y color alcanzan un nivel comparable al de sus óleos más cotizados.
El Museo Jule Collins Smith ha contado con la generosa contribución de una colección privada que cuenta con algunos de los mejores grabados de Munch: la de la Familia Epstein. Gracias a ellas se ha podido articular un discurso expositivo muy completo en el que los visitantes pueden comprobar la evolución de cada imagen a medida que su autor iba experimentando con diferentes técnicas y colores.
Y es que los responsables de esta muestra han datado las diferentes impresiones realizadas con una misma plancha gracias a las investigaciones más recientes. Se constata así que una misma plancha xilográfica, elaborada en 1898, volvió a reproducirse en 1907, 1915 y 1925, cada vez con variaciones muy significativas. De esa manera, cada idea se reinterpretaba a la luz de las nuevas experiencias vitales de su autor.
La exposición se inicia con diferentes versiones de ‘El beso’, desde un primer original realizado al aguafuerte hasta su posterior reelaboración en xilografía. A partir de ahí se observa una radicalización de las imágenes, con composiciones más sencillas pero con efectos de color que confieren a la impresión un mayor dramatismo. Son escenas en las que las figuras humanas miran de frente, con los ojos muy abiertos a causa de la ansiedad o el miedo. El mejor ejemplo de ello es la archiconocida imagen de ‘El grito’, inicialmente elaborada como litografía a dos colores para luego pasar a convertirse en grabado sobre madera.
El último capítulo de la exposición ofrece ejemplos de cómo Munch recrea sus grabados mediante la coloración a mano de originales impresos con una sola tinta, en blanco y negro. Es a partir de esa etapa que los grabados del maestro noruego adquieren una gran sofisticación, como ponen de manifiesto obras tan emblemáticas como ‘La madre muerta’.
Edvard Munch produjo a lo largo de su carrera más de 700 grabados que lo convierten en uno de los grandes maestros del Arte gráfico en el siglo XX. En ellos se plasman experiencias personales como el fallecimiento de su madre y el de su hermana, ocurridos cuando aún era un niño, y sus amores tempestuosos. Posiblemente fue su extrema pobreza lo que contribuyó decisivamente a que se inclinara por las técnicas gráficas en la primera etapa de su carrera.

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