martes, 17 de junio de 2014

Exposición de grabado y obra gráfica



Exposición de obra gráfica "Gráfica mercantil: Indagación y seguimiento". Desde el 15 de junio de 2014.

Espacio Mercantil
Edificio Panaben, PB
Avd. San Juan Bosco con tercera transversal
1060 Altamira, Caracas, Venezuela

Reseña: Un grupo de 31 artistas venezolanos -consagrados y emergentes- cambiaron la cámara y los pinceles por una plancha de grabado. El experimento comenzó en 2009 en alianza con el Taller de Artistas Gráficos Asociados (TAGA). Al cabo de un lustro, Espacio Mercantil exhibe a partir de mañana la obra resultante, bajo la muestra Gráfica Mercantil, indagación y seguimiento.
Las serigrafías de seis maestros de la colección, sirven de antecedente a las piezas noveles. "Constituyen una estampa para vislumbrar las líneas de acción del arte venezolano actual", apunta la curadora Tahía Rivero para introducir los grabados de Claudio Perna, Elisa Elvira Zuloaga, Gerd Leufert, Marisol, Alejandro Otero y Rolando Peña.
Sus planteamientos primigenios en torno a la naturaleza y el espacio, los plasmaron sobre cartón y papel. Algunos en relieve y otros con una mezcla de tinta y aguafuerte. Cuatro décadas más tarde, Déborah Castillo, al igual que lo hicieron Marisol y Zuloaga, retoma la apropiación de una imagen.
En Betuelefante la diseñadora venezolana construye un híbrido. Quizás como una crítica a los estereotipos de sociedad, presenta el retrato de un hombre con cabeza de animal. Juan Pablo Garza la acompaña en una reflexión sobre la cotidianidad en una pieza Sin título. El artista marabino fragmenta la fotografía de una camisa y la transforma en una figura abstracta, irreconocible al ojo humano.
Hay quienes como Hayfer Brea y Valerie Brathwaite se interesan por el paisaje. Extraño atardecer, por ejemplo, dibuja un crepúsculo con una superposición de franjas de color. Una combinación de vetas y texturas, le permitió a Brea recrear un Ávila imponente que abraza la urbe.
No faltan los cuestionamientos al comportamiento humano. En ese caso, Andreína Rodríguez expone el fotograbado Humano-animal, donde dos corazones laten en paralelo, en ocasiones unidos por un mismo sentimiento. Una serigrafía Sin título de Nayarí Castillo retrata a un hombre y un niño. Ambos toman un camino distinto; la reflexión es un testimonio de abandono y descuido.

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